Se
entiende por Sistema Productivo Turístico todo el conjunto complejo
de relaciones que nace a partir de los viajes que los turistas realizan. El
punto de partida del funcionamiento de este sistema se origina en el encuentro
de la oferta con la demanda turística a través del proceso de venta del llamado
producto turístico, que junto con la infraestructura forman la estructura de
producción. Aquí interviene la superestructura que será el ente que
regule el sistema.
Demanda
Turística
Es
la suma de los bienes y servicios solicitados efectivamente por los
consumidores, concretamente en cada uno de los sitios que visitan. Pero no
siempre los turistas encuentran lo que solicitan, se puede hablar de una
demanda turística real y otra potencial.
Oferta
Turística
La
cantidad de mercancía o servicio que entra en el mercado consumidor a
un precio dado y por un periodo dado. La oferta turística está integrada por
los servicios que suministran los elementos de la planta turística y por
algunos bienes no turísticos, los cuales se comercializan mediante el sistema
productivo.
La Infraestructura
Uno
de los factores que con más claridad permite apreciar la distancia entre un
país desarrollado y otro subdesarrollado, es la insuficiencia de infraestructura
en el segundo. Por tanto constituyen la infraestructura el transporte, sistemas
de comunicación, sanidad y servicios de energía.
La
Superestructura
La
superestructura Turística comprende todos los organismo especializados, tanto
públicos como de la actividad privada, encargados de optivmizar y cambiar,
cuando fuere necesario, el funcionamiento de cada una de las partes que
integran el sistema así como armonizar sus relaciones para facilitar la
producción y venta de los múltiples y dispares servicios que componen el
producto turístico.
El
Patrimonio Turístico
El
concepto de patrimonio turístico se entiende como la relación entre materia
prima (atractivos turístico), la planta turística (apartado productivo), la
infraestructura (dotación de apoyo al aparato productivo) y la
superestructura (subsistema organizacional y recursos humanos disponibles para
operar el sistema).
Por su parte la
Organización Mundial del Turismo (OMT) sostiene que la naturaleza de la
actividad turística es el resultado complejo de interrelaciones entre
diferentes factores que hay que considerar conjuntamente desde una óptica
sistemática, es decir, un conjunto de elementos interrelacionados entre sí que
evolucionan dinámicamente.
Concretamente, distingue
cuatro elementos básicos en el concepto de actividad turística:
La demanda: formada por el conjunto de
consumidores -o posibles consumidores- de bienes y servicios turísticos.
La oferta: compuesta por el conjunto
de productos, servicios y organizaciones involucradas activamente en la
experiencia turística.
El espacio
geográfico: base física donde
tiene lugar la conjunción o encuentro entre la oferta y la demanda y en donde
se sitúa la población residente, que si bien no es en
sí mismos un elemento turístico, se considera un
importante factor de cohesión o disgregación, según se la haya tenido
en cuenta o no a la hora de planificar la actividad turística.
Los operadores
del mercado: son aquellas empresas y
organismos cuya función principal es facilitar la interrelación entre
la oferta y la demanda. Entran en
esta consideración las agencias de viajes,
las compañías de transporte regular y aquellos organismos
públicos y privados que, mediante su labor profesional, son artífices de la
organización y/o promoción del turismo.